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sábado, 20 de abril de 2019

Microbiota

🔹La microbiota humana está formada por los microorganismos que habitan en nuestro cuerpo. Superan a número a las células que nos conforman.

🔹 Mayoritariamente se ubican en nuestro tubo digestivo, aunque también se encuentran en la piel, la boca o la vagina.

🔹Se establece pronto tras el nacimiento por la colonización de la flora presente en el canal del parto, el piel con piel y la lactancia materna. Está muy influida por el ambiente y la dieta y en torno a los 3 años se estabiliza.

🔹Se encuentra en permanente equilibrio dinámico en el que unas especies compiten con otras y con el sistema inmune conformando una entresijada red de interdependencia. Es relativamente estable a no ser que haya factores perturbadores sostenidos en el tiempo. Se altera con la edad, la dieta, el ambiente, el estrés y con tratamientos crónicos con antibióticos.

🔹 Alteraciones en la microbiota influyen en la absorción de nutrientes, así como en su función sintetizadora de vitaminas (K, varias del grupo B y folatos) que desempeñan importantes funciones en el organismo.

🔹Interacciona con las células inmunes (por ejemplo los linfocitos T) a través de varios mecanismos, tanto con los metabolitos producidos por las bacterias de la flora como directamente con ellas a través del revestimiento intestinal, posteriormente estás células inmunes migran a los nódulos linfáticos activando respuestas pro o antiinflamatorias.

🔹 Además, compiten con otros microorganismos invasores impidiendo su supervivencia y traslocación a la circulación sistémica.

🔹 También pueden influir en los órganos introduciendo MAMPs (patrones moleculares asociados a microbios) en la circulación lo que provoca respuestas inflamatorias en órganos remotos que tengan receptores celulares específicos para estas moléculas.

🔹En estados de inflamación intestinal podrían también traspasar la barrera. Normalmente serían rápidamente destruidas por el sistema inmune pero provocando una mayor liberación de MAMPs, aunque se baraja la hipótesis de que alguna pudiera sobrevivir dentro de células nativas inmunoprivilegiadas.

viernes, 12 de abril de 2019

Dolor y nocicepción

Hoy he tenido el placer de asistir a la charla organizada por el Colegio de Fisioterapeutas del Principado de Asturias e impartida por Arturo Goicoechea.

Por si hay alguien que aún no lo conozca, es un neurólogo que ha sido uno de los pioneros de nuestro país en divulgar la neurobiología del dolor y en aplicarla como tratamiento a grupos de pacientes con fibromialgia o migrañas. Además, ha escrito el libro "Migraña, una pesadilla cerebral", que yo he recomendado ya a varios pacientes con ese problema.

Da gusto como se explica haciendo fácil un terreno tan árido como la fisiología sin que dé la impresión además de que está pasando por encima. Nivel justo de profundidad y de manera amena.

🔷Existen dos tipos de dolor:

🔸DOLOR RENTABLE/JUSTIFICADO: responde a necrosis efectiva o inminente que provoca una respuesta de regeneración tisular y/o de evitación. Tras pasar varios filtros, la noci(necro)cepción llega al cerebro, que evalúa la amenaza en base a la información sensorial, memorias, aprendizajes previos, información de expertos recibida, expectativas y lógica de procesamiento.

El daño se produce en los tejidos y el dolor en el cerebro. Este dolor informa del daño y protege la zona dañada hasta su reparación.

🔸DOLOR SIN DAÑO: es un dolor evaluativo. Al no tener la modulación de los sentidos, muchas veces se puede desproporcionar. Se produce en un marco de sensibilización e intolerancia a lo inofensivo. En este grupo se encontrarían el dolor músculo-esquelético, las migrañas o la fibromialgia. Está fuertemente influenciado por el contexto social y su disonancia con la biología. Además, los profesionales de la salud contribuimos a su origen y perpetuación en muchas ocasiones con sesgo de confirmación poniendo etiquetas o trasmitiendo mensajes de fragilidad.

Es en este tipo de dolor, en el que cobra especial interés la educación en el funcionamiento de la biología neuro-inmune. Para detectar el error evaluativo, una pregunta clave tras la anamnesis es "¿Qué piensa usted de lo que le pasa?". La persona contará su historia y ello nos permitirá trabajar en la corrección de esa evaluación mediante una exposición gradual a la escena en la que se reproduce el dolor.

No es un dolor psicológico o psicosomático, es un dolor real, pero resultado de un fallo del sistema. La buena noticia es que trabajando sobre las creencias/atención y generando confianza en el movimiento, se puede romper el circuito de daño imaginado.

🔷"La fisioterapia es el gigante dormido en el tratamiento del dolor" (Patrick Wall). Es hora de despertar.