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viernes, 25 de enero de 2019

Osteopatía y Fisioterapia.

Hola, me llamo Raquel y estudié seis años de osteopatía con la EOM. No hice el trabajo de investigación pero mi idea, por si sirve a alguien, era medir la fuerza de prensión de la mano antes y después de una manipulación cervical. No tenía claro si hacerla con sujetos sanos o con diagnóstico de síndrome de túnel carpiano.

Antes de lincharme, vamos a ponernos en contexto (el mío y el de otros muchos compañeros). La empecé en el año 2004 (qué mayor soy...) cuando no existía tanta información disponible (RRSS de perfil profesional, apps para leer papers, etc.) y no tenía idea de la existencia (ni yo ni nadie de mi entorno) de la Fisioterapia basada en la evidencia puesto que en la facultad no nos la habían ni mentado. Me matriculé pensando que mis tratamientos  mejorarían y,  efectivamente, mejoraron.

¿¿¿Y eso??? ¿Cómo puede ser? Pues porque en los estudios de osteopatía que yo cursé los temas se estructuraban de la siguiente manera:
- Recuerdo anatómico de la región a tratar.
- Signos, síntomas, razonamiento clínico y test de valoración.
- Disfunciones osteopáticas.
- Prácticas, de valoración ortopédica, osteopática y de las técnicas de tratamiento que podían ser de manipulación, articulatorias, movilizaciones y estiramientos. Siempre terapia manual, técnicas válidas.
- Además, cada curso hay un seminario de radiología y otro de patología médica.

Eso, durante un fin de semana al mes a lo largo de 5 años y medio (sexto curso solo fueron 4 seminarios).
Ya cuando lo cursaba, junto con mis compañeros, teníamos claro que había mucha magufada y cosas que no se sostenían miraras como miraras. Pero nos sentíamos mejores profesionales porque realmente lo estábamos siendo.

Cuestiones que en mi plan de estudios de la universidad quedaban cojas, se veían aclaradas por la formación "osteopática": practicaba razonamiento, valoraba a la persona en su conjunto, trataba la causa en vez del síntoma y todo ello mientras repasaba de manera muy exhaustiva la Anatomía, Radiología y Patología.

Según avanzábamos en la formación, había compañeros (alentados por algunos profesores) que dejaban de querer llamarse fisioterapeutas para ser osteópatas, pensando que les daba más caché. Error. Pero claro, en parte no se les puede culpar, porque obtenían mejores resultados que antes cuando eran "fisioterapeutas rasos" recién salidos de la carrera. Y eso molestaba al resto de compañeros no osteópatas que se sentían ninguneados y con razón.

Hice los seis años, porque ya que me había esperado hasta quinto curso para poder acabar la parte "estructural", o sea, la músculoesqueletica, hice lo que me faltaba sin tenerle mucha fe a la parte craneal y visceral. O a algunas partes, porque salí de allí sabiendo abordar el tratamiento de la ATM, con formación en suelo pélvico, así como manejándome con algunas cefaleas, vértigos y mareos.

¿Me arrepiento? No. ¿Hoy en día lo volvería a estudiar? No, escogería de otra manera. Pero la situación actual es otra. No se me pasaría por la cabeza recomendar a un recién graduado que estudiara osteopatía. Pero no puedo dejar de reconocer que a mí me fue útil, no por la parte puramente osteopática, sino por el compendio de resto de materia que se da, que sin pertenecer de manera exclusiva a la Osteopatía, supondrá más del 50% del total de horas de estudio.

Es una formación larga, trabajosa, hay exámenes al final de cada curso y el de quinto no es ninguna broma, creo que no lo hice más largo en mi vida. Con lo que no resulta difícil comprender que muchos compañeros, tras acabar, se hayan quedado agotados y con pocas ganas de seguir con la formación continuada.

Además, como dura seis años, es fácil que tu vida personal avance, tengas familia y tus prioridades en cuanto a repartir el tiempo, cambien. No todo el mundo vive para la fisioterapia, hay gente que simplemente vive de ella y ya está. Y es lícito y normal.

Entonces, cuando ahora leo en RRSS, la división que generan los comunicados de distintos colegios o del CGCFE no dejo de alucinar con la poca empatía de muchos fisioinfluencers que tienen el ego por encima de las nubes y que miran con desprecio a compañeros que no están en el mismo punto de conocimiento sobre la evidencia y que a lo mejor no lo van a estar nunca.

La osteopatía es una pseudociencia porque sus postulados son falsos, pero los fisioterapeutas que cursamos osteopatía no tenemos por qué ser malos profesionales. Que un dolor o pérdida de función se solucione, depende de muchísimos más factores al margen de que el tratamiento sea el más evidente (curso natural, educación del dolor, relación paciente/terapeuta, efecto placebo y aspecto de la clínica, entre otros).

Los colegios tienen que amparar a sus colegiados entre otras muchas funciones. La mayoría de los fisioterapeutas que estudiamos osteopatía no aplicamos las Leyes de Still ni fundamentos "teóricos" similares, somos terapeutas manuales básicamente. Algunos, nos hemos seguido formando y actualizando y otros no habrán podido o querido seguir haciéndolo. Como sanitarios deberíamos de estar en continuo proceso de aprendizaje y desaprendizaje por la responsabilidad que tenemos con los pacientes, pero no es la realidad. Aceptémoslo.

La lucha no debería de ser si los Colegios protegen a sus colegiados. La lucha debería de ser por una formación universitaria de calidad. De la que salieras con la convicción de que puedes manejar pacientes reales sin necesidad de gastar el dinero de dos coches para aprender. Por una formación complementaria basada en la evidencia y por una fisioterapia unida. Por construir. Estos linchamientos flaco favor hacen a la profesión.

Que esta Ley de las Pseudociencias sirva para sacar estas formaciones de los organismos oficiales, que sirva para promover charlas de actualización en evidencia por parte de los Colegios y que no acredite con puntos para las bolsas públicas de empleo este tipo de estudios. Sin amparo, ni promoción e incentivando la buena praxis, se iría acabando el problema.

Somos el colectivo que más piedras nos tiramos entre nosotros. ¿De verdad creéis que los médicos que están más al día critican de esta manera pública y vanidosa a los compañeros que se quedan desfasados? Mal nos irá si seguimos por estos derroteros. Más compartir conocimiento y menos criticar. Hay corrillos en RRSS de muy buenos profesionales que en vez de compartir y debatir conocimientos, se dedican a mofarse irrespetuosamente de compañeros. Si esa energía se invirtiera en construir y convencer, cuánto mejor nos iría. Tratar el donut y no el agujero.

Hale, ya me he despachado. Ya podéis trollear lo que os apetezca.

Fdo:

Una fisioterapeuta que estudió osteopatía, que no se anuncia como tal, que hace por estar al día con la evidencia científica y que pasa el rato divulgando lo que buenamente puede y le interesa con afán de compartir.