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miércoles, 30 de marzo de 2016

Es un muchacho evidentemente excelente

Creo que Mulligan, Maitland, Mackenzie, y muchos otros fisio-estrellas con método propio y evidencia científica que lo avala, aparte de ser unos estudiosos de la Anatomía, Biomecánica y Fisiología del aparato locomotor, en algún momento fueron practicantes del tan denostado mevabienismo

Es fundamental apoyarse en la ciencia y necesario para el prestigio y desarrollo de la profesión.  Hay que estar actualizada, y dejar apartadas las técnicas que se hayan revelado como inútiles tras una buena cantidad de estudios de calidad. En eso yo creo que todos estamos de acuerdo. 

También parece unánime que el razonamiento clínico es la clave en el abordaje de los pacientes y sus problemas. Detectar los puntos clave de una lesión, es realmente el quiz del tratamiento.

Lo que quiero reivindicar hoy, es que teniendo buenos conocimientos, y habiendo razonado la lesión tras una entrevista y una exploración minuciosa, ¿por qué no puedo yo decidir cómo quiero movilizar, estirar o fortalecer una estructura? Me estoy refiriendo a hacerlo de manera intuitiva, escuchando los tejidos y sin atenerme a ningún método o técnica conocida o a varios a la vez. No me malinterpretéis, no quiero decir que no utilice las herramientas que se van adquiriendo tras los años y euros de formación continuada, que por supuesto, las uso. Me refiero a que hay cuestiones como las sensaciones/percepciones individuales que obtienes tras ir tocando a una persona, que hacen que haya una parte del tratamiento que tenga un cariz más personal y vaya intentando mover o articular zonas de restricción utilizando gestos que me parecen apropiados para esa estructura y que nadie me enseñó aunque sí muchos me inspiraron. 
No sé si esto es una práctica habitual entre los fisioterapeutas, es algo sobre lo que me gustaría indagar, seguramente sea lo que hace que cada maestrillo tengamos nuestro librillo.

Lógicamente, no estoy ni estaré jamás a la altura de los que tienen un método con su nombre, ni lo persigo en absoluto porque eso está reservado a los superdotados de nuestra profesión, pero estoy segura de que ellos lo consiguieron (consiguen) así. En un continuo ensayo-error.

Seguramente los puristas de la excelencia se lleven las manos a la cabeza ante tal atrevimiento "mevabienista", pero pienso que para que una profesión progrese, hay que estudiar y fomentar aspectos que en muchos otros ámbitos están muy valorados como pueden ser la iniciativa individual y la creatividad. 

No caigamos en el encorsetamiento extremo: ciencia como base y mentalidad abierta como motor. Al fin y al cabo, el desarrollo y crecimiento personal, empresarial o profesional, siempre se nutre de aciertos y errores y ambos son igual de importantes para el progreso.